22.5.11

Correspondència amb línia 4

- El primer día que te vi no sabía si podía mirarte a la cara
- Yo miraba hacia abajo
- Siempre que entraba en el pasillo me quitaba un auricular
- Yo no te veía venir y cuando abría los ojos ya habías pasado de largo
- Un jueves ya no apareciste
- Estuve en otras estaciones
- Pero volviste un martes
- Y tuve que quedarme
- El día de mi cumpleaños te tiré una moneda
- Pensé que no me oías
- Pero retrocedí cuando estaba a punto de irme
- ¿Volverás a pagarme otro día?
- Volveré para cantar contigo
- Te espero la semana que viene
- En Verdaguer a las ocho menos cuarto



MúSiCA URBANA

20.3.11

Leche, galletas y a ti

(#leche, galletas y a ti...# No encuent...)
Se palpó el bolso mientras se colaba en su portal aprovechando que entraba un vecino oportuno.
Parece que ya hace bueno
Sí, eso parece. (...Dónde estáis?¿ésto es metálico?¿es un boli?...)
No las encuentras...?
No...

Cuando por fin salió del ascensor no contuvo su desesperación. Era la cuarta vez que le pasaba. Con su obsesión a cuestas por olvidarse las llaves comenzaba a pensar en Freud y en la no-casa a la que quería entrar.¿Dónde buscamos algo que que no tenemos?

Ya estaba volcando el bolso en el felpudo cuando escuchó #¿quieres saber dónde estoy?# bajando por las escaleras, directamente desde el piso superior.
Paró en seco y se puso a reír, dejó de buscar las llaves y empezó a subir las escaleras para acercarse a la música. Subió al siguiente rellano. Cuando estuvo delante de la placa metálica "SÉPTIMO" escuchó la música más nítida.
Acercándose a todas las puertas, se paró delante del 7º 1ª. Cuidado con el ascensor. Alguien abre la puerta en el 4º.
#Y una ambrienta se aproxima aquí...#

Sube otro rellano. Ya no mira de reojo su bolso tirado en las escaleras. Diez peldaños más. En el 9º se empieza a oír mejor. Justo detrás de la última puerta. Aquí se oye mejor.
Abrió la puerta para encontrar por fin la voz metálica y se encontró la azotea vacía.
Recorría el tendedero entre sábanas amarillas, un cactus seco y en geranio en flor abandonado.
Nada. #leche, galletas y a ti, corazón#
En cada esquina se escuchaba la voz más clara. Tiene que estar aquí. Aquí mismo y no lo veo.

Cogió impulso desde una pared y empezó a correr hacia el extremo opuesto hasta saltar por encima del muro justo acompañada con el coro de niños.
Y mientras caía encontró por fin de dónde salía la canción.


14.2.11

Manifiesto



Un bafle en mal estado.
El sonido salía de una sola boca metálica que temblaba. La redecilla subía y bajaba soplando en la nuca.
Un unplugged sin salir de casa - pensó.
Qué suerte. Lo tengo justo detrás. Lo tengo pegado a la nuca.
Manoseó las entradas que acababa de comprar. Cerró los ojos de gusto y volvió a abrirlos mientras respiraba hondo.
El bafle que no funcionaba le estaba dando toda la voz directa a un sólo canal, casi en directo. Incluso escuchaba ahora matices que hasta entonces le tapaba la batería o los coros de niñas.
Volvió a cerrar los ojos y a cantar a la par.
En toda la canción no se había girado ni un momento. Inmóvil en la silla, de espaldas a la boca metálica que le escupía con fuerza la voz sin arreglos, sin adornos.
Hasta que saltó el CD y apareció una canción nueva, directa a su nuca. Quiso levantarse, pero la letra ya le había inmovilizado. Si es una broma, no tiene gracia - pensó.
No fue hasta que acabó, que pudo girarse para ver que la minicadena estaba apagada desde las 7:27, la hora parpadeante en la que se fue la luz.

22.1.11

Hi-Fi

- Quiero una canción
- No te puedo vender una canción
- Quiero un viaje en metro, una parada de autobús y tres pisos en ascensor.
- Te tendrás que llevar el disco entero.
- Pero sólo quiero canciones sueltas.
- Una canción pertenece a un disco. Hay un antes y un después de cada una.
Hay una historia. Hay silencios y hay orden.
- Por eso precisamente las quiero separadas. Porque ya estoy comprometida con una.

8.1.11

Las nubes se levantan

En Beebe (Arkansas), más de mil pájaros negros cayeron sobre los tejados y las calles de la localidad en la noche del 31 de diciembre.
Hallan otros 500 pájaros muertos misteriosamente en Luisiana.
Encontrados cientos de pájaros muertos en el norte de Italia
-

- Quiero salir de aquí
- ¿Dé dónde?
- ¿Estás ciego,no ves que estamos atrapados?
- ¿Estás loco? Yo veo el cielo y tengo alas. No sé tú.
- Da igual. Mañana será el día más importante de tú vida.
- ¿Mañana? Ni siquiera sé lo que comeré hoy.
- Mañana habrá un simulacro. Si sale bien podremos salir de aquí.
- ¿Y si no sale bien?
- Todos los pájaros unidos para atravesar el cielo. Tiene que ser a la vez y todos juntos. Llevamos meses preparándolo.
- ¿Y si no sale bien?
- Un hueco, un punto ciego, una fisura es suficiente para salir de aquí.
- ¿Y si no sale bien?
- Un solo punto y el cielo será un colador. Será genial.
- ¿Y si no sale bien?

2.1.11

Sí, (se) quiere.

Una mujer se casa consigo misma porque se quiere mucho.
Ching declaró sentirse feliz por "encontrarme a mi misma
y enamorarme de mi persona".
-

- ¿Estás segura?
- Claro que estoy segura, tengo muchas razones para quererme.
- Pero es para toda la vida.
- Bueno, si me aburro siempre me puedo divorciar.
- No, de ti no te puedes separar.
- Si ahora me caso, luego me podré separar. Y tú, ¿por qué te casaste?
- No quería quedarme sola.
- ¿Te arrepientes?
- Ahora sé que sólo estaré conmigo.

11.12.10

Los del gallinero pueden aplaudir, los de los palcos basta con que hagan sonar sus joyas (J.Lennon)


Las consecuencias son inevitables

Así comenzaba Bunbury el pasado miércoles su concierto en el Liceu. Sin hacer ruido ni muchos aspavientos. Un inicio para pedir silencio (y permiso para cantar)

Pensando en todas las veces que lo he visto, creo que el primer concierto que escuché de él comenzaba dando la bienvenida al Club de los imposibles. Parece que ese club me traería consecuencias hasta hoy.
Será cuestión de tiempo, de edad y mucho oficio, pero los conciertos de Bunbury nunca defraudan.
Pueden ser en un estadio de fútbol, en una sala centenaria o en el Gran Teatro del Liceu. Todos los conciertos me recuerdan porqué me gusta tanto la música en directo.
La pasada noche, el Liceu fue el colofón de una gran temporada. Canciones que caen por goteo, sin prisa pero sin pausa. Cada vez mejor interpretadas y con giros nuevos para volver a escucharlas desde otra posición.
Por desgracia para el autor, ser genial ya no es una novedad.
Nos volveremos a ver, por si algún día canta la canción que nunca canta.